Los propietarios de este establecimiento hostelero habían aprovechado al máximo todos sus espacios interiores, pero necesitaban una solución que permitiese usar el exterior durante todo el año.
De esta forma, plantearon la posibilidad de personalizar la instalación en función de las necesidades, pudiendo cerrar completamente el espacio en caso de frío y lluvia, y abrirlo prácticamente en su totalidad durante días soleados.
Una vez planteado el problema, se propuso instalar unos cerramientos deslizantes de cristal para las paredes y un techo móvil para la cubierta, todo ello sobre una gran estructura de aluminio. Los paneles de cristal permiten contener la temperatura interior y protegen de la lluvia, muy frecuente en el norte de España. De igual modo actúa el techo móvil de aluminio.
En el desarrollo de este proyecto se han empleado paneles transparentes de cristal templado sin perfilería visible, que se deslizan sobre una guía empotrada de aluminio extruido fijada en el suelo. El techo de aluminio es móvil, motorizado y está acristalado.